1) En un recipiente, mezclar el 1/3 de taza de leche tibia, la levadura, el azúcar y 2 cdas de harina. Tapar con un repasador y dejar reposar 10 minutos.
2) Colocar en un bowl la harina, sal, ajo en polvo, la manteca derretida, huevo y leche tibia. Integrar.
3) Agregar la levadura previamente activada y mezclar hasta integrar bien todos los ingredientes.
4) Agregar el queso parmesano y el perejil y seguir amasando hasta que quede firme y elástica.
5) Pasar a la mesada y amasar un par de veces más. Colocarla en un bowl engrasado y cubrir con un trapo húmedo. Dejar reposar en un lugar cálido hasta que duplique su tamaño.
6) Colocar en la mesada y desgasificar. Estirar suavemente con las manos para formar bollos iguales.
7) En un recipiente, mezclar el aceite de oliva, la manteca, el ajo en polvo y el queso. Con un pincel, barnizar el pan.
8) Dejar reposar hasta que leven nuevamente.
9) Hornear a 180°C hasta que se doren.